Las personas con discapacidad
suelen presentar una baja autoestima, especialmente aquellas que la han
adquirido recientemente. Replican actitudes negativas ante su problemática. Y,
en el fondo, se encuentra una baja autoestima causada por la dependencia.
Una persona con discapacidad
depende de otra y, a veces, totalmente, para realizar muchas de sus necesidades
básicas diarias. Esto pone en evidencia su propia debilidad, de ahí la
aparición de actitudes autodestructivas.
Si a esto se agregan los problemas
de acceso a los estudios, al trabajo, a la diversión, a la cultura, al trabajo,
etc., la sensación de fracaso se acentúa. La baja autoestima y la sensación de incapacidad
afectan al comportamiento de la persona con discapacidad.
Los sentimientos negativos de apatía,
aislamiento, resentimiento, egoísmo y los complejos forman parte de la vida de
la persona con discapacidad, y se olvida de la autoestima y el afán de
superación.
Tú, eres una persona valiosa,
no una carga para los demás. Y cualquiera que te diga lo contrario está total y
absolutamente equivocado, debido a la ignorancia que prevalece con respecto a
la discapacidad. La discapacidad no es una enfermedad, es una condición. Tu
autoestima es tu mayor tesoro, aliméntala día a día.
Tienes derecho a una vida
llena de prosperidad, como cualquier otra persona en este mundo. Cierto,
tendrás que trabajar un poco más que otros para conseguir lo que quieres, pero
eso no significa que no puedas lograr todo lo que anhelas.
Tú puedes aumentar tu
autoestima y tomar las riendas de tu vida. Por supuesto que esto no sucederá de
la noche a la mañana, es un proceso que se irá dando gradualmente y, mientras
más lo practiques, te irás acercando a tu meta. Pero recuerda siempre que lo
conseguirás.
Recomendaciones
para elevar la Autoestima
- Busca y encuentra una comunidad de apoyo. Estar cerca de personas afines que comparten tus ideas te dará la confianza para asumir el control de tu vida. Si cerca de tu comunidad no existen grupos sociales o de apoyo, inicia uno propio.
- Lucha por lo que más desees. Sé que no va a ser fácil, pero nada es fácil en esta vida. Si no te queda claro cuáles son tus metas, escríbelo en un cuaderno de notas, una agenda o en una pantalla táctil lo que más te interese en la vida. Dale prioridades, y especialmente, ponle fechas para cuando piensas obtenerlo.
- Concéntrate en tus fortalezas, no en tus debilidades. Con frecuencia, cuando nos sentimos deprimidos o tenemos baja autoestima, tendemos a estacionarnos en lo que no podemos hacer. Cambia el enfoque, piensa en las cosas que has hecho bien, o has disfrutado haciendo. Escríbelas, plantéate cómo puedes mejorarlas y sigue anotando las que te gustan pero que nos podido hacer, pide sugerencias de cómo poder hacerlas. Como vayas haciendo y/o mejorando las cosas te sentirá más seguro de ti mismo y, en consecuencia, mejorará tu estima.
- Recuerda que nadie es perfecto y que se aprende haciendo. Nadie nació sabiendo. Todos podemos tener un mal día, y si haces algo mal, no te preocupes ni te desanimes. Las personas más exitosas tuvieron cientos o miles de fracasos antes de poder ganar. Haz lo mejor para vivir tu vida.
- Todos, necesitamos del concurso de los demás. No temas ni te avergüences por pedir ayuda. Solo las personas demasiado orgullosas se ahogan en su propio llanto por negarse la posibilidad de pedir ayuda.
Finalmente, si por alguna
razón, tu problema de baja autoestima tiene raíces más profundas, quizá
originadas desde tu infancia o adolescencia, o acrecentadas por la
discapacidad, busca ayuda profesional. En la psicología
existen técnicas efectivas que pueden ayudarte a mejorar tu desempeño
personal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario