Salud y belleza

martes, 14 de julio de 2015

Dependencia emocional: una adicción que puede ser destructiva

La dependencia emocional se caracteriza por una excesiva necesidad de cariño que, frecuentemente, se presenta en la relación de pareja. Y la tendencia de quienes padecen de este problema, es a establecer en su vida este tipo de comportamiento a largo plazo, una necesidad de sentirse cuidado y el temor de ser abandonado o separado de la(s) persona(s) importantes para ella. Se presenta con mayor frecuencia en la mujer aunque también, en menor medida, en los hombres. Se ofrecen aquí los síntomas más comunes de este problema:

Se aferran a la persona de la cual dependen de manera obsesiva, buscando el contacto constante con su pareja, le llaman o envían mensajes al móvil varias veces durante el día y le acosan constantemente.
Para la persona con dependencia emocional, los amigos, las amigas y la familia dejan de existir. El único tema de conversación posible es la pareja. Igual que sucede en otras adicciones, el objeto de su dependencia ocupa el eje de su vida.
La ruptura amorosa no puede existir en la mente de la dependiente emocional. Los malos tratos psicológicos o físicos no son motivo suficiente para romper la relación. Ésta sólo puede terminarla el compañero y, sin importar lo tóxica o nefasta que pudiera haber sido, la dependiente emocional intentará una y otra vez reanudarla llegando hasta extremos patológicos por el regreso de la persona amada. Idealiza y justifica todas las acciones de su pareja, llegando a presentar una sintomatología ansiosa y depresiva.
En promedio, sus parejas son varones con tendencias narcisistas y/o egoístas, con gran seguridad en sí mismos y que se desenvuelven bien con el entorno. A su vez, estos varones encuentran en este tipo de mujeres, el complemento perfecto para satisfacer sus necesidades quienes se someten negándose a sí mismas sus  propias preferencias, decisiones e intereses. Toda su vida lo ocupa la pareja.
Las relaciones sentimentales entre este tipo de parejas son desequilibradas y asimétricas. En caso de ruptura, corren de una relación a otra lo antes posible pues les es difícil la vida sin una pareja. El nuevo compañero ocupa el papel del anterior. No quieren a su pareja, la necesitan, no soportan la soledad. Su autoestima es deficiente y coloca al compañero como el centro de su universo.
Las personas con dependencia emocional suelen tener una historia familiar carente de afecto. Suele presentar un patrón de necesidades emocionales insatisfechas desde la niñez y baja autoestima. Se encuentra en una búsqueda permanente del afecto que le fue negado, busca agradar a los demás a cambio de cariño y aceptación. Por ello, los niños pequeños deben sentirse importantes y crecer llenos de afecto por los padres, de otra manera, la ausencia de cariño que se manifestara en su comportamiento emocional a lo largo de su vida.
La persona con dependencia emocional puede requerir de una terapia a largo plazo, donde pueda superar sus carencias afectivas y reconstruir una autoestima que le permita adquirir el respeto y la confianza en sí misma.

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