Salud y belleza

domingo, 3 de enero de 2016

Consejos para sobrevivir al trato con gente maleducada y grosera de manera asertiva


Todas las personas tenemos derecho a ser respetados, además de otros derechos no escritos y los cuales con frecuencia olvidamos a pesar de que está en juego nuestra propia estima. Estos derechos deben ser aplicados entre cada ser humano para convivir de manera más armónica y en paz con el resto de nuestros congéneres. 

En ocasiones nos encontramos con personas maleducadas y groseras a quien quisiéramos mandar muy, pero muy lejos. Sin embargo, nadie está exento de este tipo de situaciones, por ello debemos aprender a lidiar con ellas, sobrevivir y evitar que sus comportamientos afecten nuestra existencia. 

Para lograr una convivencia armónica existen técnicas que pueden sernos de gran utilidad para ser asertivos en nuestras relaciones con las demás personas. Estas técnicas pueden aplicarse según la necesidad o situación en la que nos encontremos, dependiendo de nuestra propia personalidad. Por ello, recomiendo manejar las siguientes conductas asertivas que nos pueden evitar muchos conflictos.

1. Ignora las ofensas y no lo tomes como personal
Enfadarse por comentarios ofensivos que se dirijan a tu persona te hará perder el control de tu razonamiento y caer en su juego. Si ignoras la razón por la cual una persona parece estar enfadada, procura posponer la discusión y esperar a que el sujeto se calme para discutirlo de manera serena. Las ofensas suelen ser hirientes pero, si pierdes el control, podrías verte atrapado en una discusión estéril o, incluso, llegar a la violencia lo cual no es deseable.

2. Averigua las razones mediante una pregunta asertiva
Algunas personas, cuando se enojan, suelen tener razones equivocadas producto de malos entendidos, un mal día o de situaciones estresantes previas al conflicto. Por ello, es recomendable mantener la calma y plantear una pregunta asertiva como: “Entiendo que te hayas sentido molesto por la forma en que actué, pero ¿qué es lo que realmente te molestó?” Esto puede tranquilizar al ofensor lo suficiente como para evitar un conflicto.

3. Evita la confrontación
Siempre que sea posible evita la confrontación y, si es posible, aplaza tu respuesta a la ofensa recibida hasta que te sientas más tranquilo y seas capaz de responder a ella apropiadamente. Por ejemplo: “prefiero reservarme mi opinión… ya hablaremos sobre el tema más tarde cuando no estés enfadado”.

Toma en cuenta que en alguna ocasión pudiste haber estado en la misma situación de molestia y te habrás comportado de manera grosera con alguna persona. Esto no significa que, necesariamente, este sea tu comportamiento cotidiano, pero te ayudará a entender lo que pudiera estar sucediendo con tu ofensor.

4. Cede terreno sin hacerlo realmente
A lo largo de tu vida es posible que te encuentres con personas groseras y maleducadas. Una técnica muy útil consiste en ceder terreno sin cederlo realmente. Es decir, intenta una postura en la que trates de mostrar acuerdo con el argumento de la otra persona pero sin consentir en cambiar tu postura. Por ejemplo: “Podrías tener la razón, sin embargo… Quizá estés en lo correcto, pero soy de la opinión que…”.

5. Un poco de ironía asertiva no hace daño a nadie
En ocasiones, las personas groseras u ofensivas se ven desarmadas ante un comportamiento asertivo con un poco de ironía. Es decir, simular acuerdo con la crítica negativa, por ejemplo: “Gracias por hacérmelo saber… Cuánta razón tiene usted…”.

6. Procesando el cambio de actitud
Algunas conductas groseras o maleducadas provienen de personas con problemas de frustración acumulados por largo tiempo. No es conveniente discutir con la otra persona sobre temas del pasado, lo mejor es centrarse en lo que ha sucedido en el momento actual, en el presente y en los hechos que originaron el problema, evitando generalizar. Por ejemplo: “Creo que nos estamos desviando del tema, mejor nos centramos en…”

7. Romper con los malos hábitos
Algunas personas manifiestan una conducta grosera y maleducada como un hábito inadecuado. A este tipo de personas conviene aplicarles la técnica del disco rayado, la cual consiste en repetir una postura tranquila, manifestando acuerdo, sin dejarse llevar por otros aspectos pues de otra manera estas personas insistirían en su posición. Puedes utilizar frases como: “Sí, pero... Sí, lo sé, pero mi punto de vista es... Estoy de acuerdo, pero…”

8. No insistas en tener la razón
Si alguien no está dispuesto a entender razones, no habrá nada que lo haga cambiar su parecer si no quiere. Puedes responder a alguna crítica sobre un determinado error admitiéndolo, pero evitando que te apliquen cualquier calificativo o etiqueta sobre que seas una buena o mala persona. Por ejemplo: “Cierto, lo olvidé. La verdad es que no es mi costumbre ser irresponsable”.

9. Quebrantando el proceso de la ofensa
Evita que una actitud grosera u ofensiva te haga corresponder al ofensor de la misma forma. Una actitud que no denote enojo sino una actitud tranquila y amistosa conducirá el diálogo entre ambas personas hacia un comportamiento más relajado y respetuoso. Es posible responder a la crítica que intenta provocarnos con una sola palabra o con frases cortas sin significado, como: “sí, no, de acuerdo, es posible…”.

Estos comportamientos asertivos te serán de gran utilidad para que evitar conflictos que podrían dañar tus relaciones con las demás personas y, en cambio, conducir tu vida por el trato respetuoso.

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