Amor es una palabra que tiene tantas definiciones como personas hay en este planeta. Podríamos revisar varios volúmenes de definiciones sobre el amor y no encontraríamos una única definición. Sin embargo, en lo que todos coinciden es en que se trata de uno de los más bellos sentimientos, una emoción donde lo más importante es dar y no tanto el recibir.
Todos los seres humanos tenemos
una necesidad imperiosa de sentirnos amados y de amar a alguien. Sin embargo,
muchas relaciones afectivas terminan debido a la rutina, el conflicto y el sufrimiento.
Y, a pesar de que existan muy buenas intenciones, muy pocas parejas logran
mantener encendida la llama del amor con el paso del tiempo. Entonces ¿el
amor acaba?
Veamos el caso de Paulina y
Jorge, quienes llevaban casi 6 años de matrimonio y sus vecinos los conocían
como una pareja feliz. Sin embargo, al interior del hogar, las cosas no eran
igual. Hacía algunos meses que Paulina empezaba a notar que Jorge había
cambiado y ya no le dedicaba el mismo tiempo, ni la atención de los primeros
años. “Quizá ̶ pensó ella –
nos hace falta tener un hijo, pero yo aún no estoy
preparada, quiero realizar mi sueño como
profesionista y quizá después…” Paulina acababa de terminar su carrera de
relaciones internacionales y deseaba poder colocarse en alguna firma importante
de la ciudad. Por su parte, Jorge, tampoco pensaba en un bebé, su mente estaba puesta
en la gerencia regional de la casa de pinturas para la que laboraba, y que le
absorbía mucho tiempo.
¿Entonces, qué pasa en la vida de estas parejas que no logran ser lo felices que eran al principio de su
relación?
Después de cierto tiempo de
convivencia, muchas parejas caen en lo rutinario, el sexo ha pasado a un
segundo plano y la relación de la pareja se ha convertido en una inercia de
acontecimientos, por demás, predecibles, carentes de sorpresas, sin que nada
nuevo o interesante suceda. La desagradable sensación de que no existe nada
nuevo que decirse, las interesantes conversaciones interminables de antaño se
han convertido en pesados silencios. La
rutina y el aburrimiento se han convertido en los inseparables compañeros de la
pareja; suele acabar con la relación de pareja cuando se familiarizan con la
mediocridad, con la tibieza, se pierde la novedad, el interés, el objetivo de
la relación. El aburrimiento es un estado emocional desagradable que se produce
cuando deseas estar implicado en una actividad satisfactoria, pero no consigues
hacerlo.
Según Jessica Schainer,
psicóloga clínica experta en relaciones de pareja, existen cinco posibles
razones:
1. Falta de motivación. Es la
principal causa de una relación de pareja aburrida. Esto sucede cuando dejan de
haber estímulos tanto internos como externos que dirijan la relación hacia
algún proyecto en conjunto.
2. Intereses individuales. Es posible
que alguno, o ambos, retomen anteriores aficiones e intereses, o bien que los
proyectos personales de ambos sean tan diferentes que no les permita construir
uno juntos.
3. Falta de comunicación. La ausencia
y falta de atención, aun estando presentes, aniquila la convivencia. Los mutuos
intereses, así como las emociones y sentimientos que los ligan, deben ser
privilegiados para volver a soldar el vínculo.
4. Carencia de detalles. Con el paso
del tiempo, las parejas pierden las buenas costumbres, dejan de tratarse bien y
descuidan los detalles que pueden mantener viva la ilusión y la pasión, lo cual
los lleva a la rutina y falta de expectativas respecto al otro.
5. Culpas y resentimiento. Cuando el
resentimiento llega a nuestras sus vidas, entonces también se presentan las
dudas sobre la pareja, sobre la continuidad de la misma, sobre toda nuestra
vida con esa otra persona especial, y comenzamos a culparla de lo mal que nos
sentimos.
El amor surge de la novedad y
la pasión de los primeros encuentros amorosos, pero con el tiempo, el reto del
amor es mantener ese mismo interés aun cuando la novedad haya pasado a un
segundo término. Si dejamos que la vida pase, la sensualidad se apaga y se
vuelve todo tan predecible y rutinario, que el aburrimiento se apodera de
nuestras relaciones. Cada día la intimidad va perdiendo terreno frente a la
rutina, las palabras son sustituidas por
el silencio y la indiferencia. Poco a
poco la relación pierde interés y olvidamos los gestos explícitos de expresar
nuestro amor, ternura, dedicación a quien vive con nosotros.
Son muchos los problemas que
enfrentamos a diario: el cansancio del trabajo, la vida atropellada en las
grandes ciudades, el ruido, el tráfico, el desempleo, los problemas familiares
o con los compañeros del trabajo, etc. Todo
ello apenas nos deja tiempo y humor para llegar a casa a descansar. Y
¿el sexo? lo dejamos para un momento más propicio, volviéndolo progresivamente
menos atractivo en nuestras vidas. De esta manera, la rutina diaria se vuelve
nuestra compañera, por lo que no es de extrañarse que el aburrimiento contamine
aquello que quedaba de bueno.
¿Qué pueden hacer Paulina y
Jorge? Mantener vivo el romance, la seducción, la creatividad y el erotismo.
Hay mucho trabajo interno y profundo qué hacer en los asuntos del corazón. El
amor requiere perseverancia, imaginación, creatividad, no con esfuerzo sino con
dedicación. Y no siempre se logra hacerlo solos. A veces es necesario la ayuda
y guía de un profesional, ésta y muchas parejas, pueden reencontrase y vivir
una vida plena, de armonía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario