Salud y belleza

jueves, 17 de mayo de 2018

El proceso de duelo ante la discapacidad


Por: Efraín Pérez León
El duelo es el proceso de adaptación emocional al que se enfrenta el ser humano ante una situación de pérdida. Entre ellos está la pérdida de empleo, de una relación afectiva o la de un ser querido. Este proceso también se presenta ante la pérdida de movilidad o por amputación de uno o más partes del cuerpo, sea genético, por enfermedad o por un evento traumático.
Las etapas del duelo
La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross postula cinco etapas en el duelo. Este proceso permite desarrollar un aprendizaje para aceptar de mejor manera una pérdida.
Cuando una persona pasa por un evento discapacitante, la familia se involucra en el estado traumático, ya que sufren ante la “pérdida” de la persona querida en términos de que ya no será lo que era antes del evento. Esta misma situación se presenta en los padres de un niño que presenta alguna discapacidad genética.
A continuación, te explicaremos cada una de estas fases.
La Negación:
Es un mecanismo de defensa que consiste en rechazar la realidad para amortiguar ese dolor que no estamos preparados para soportar. El mundo pierde sentido y nos abruma, invadiéndonos un sentimiento de incredulidad.
La ira:
Al recapacitar sobre la pérdida, los sentimientos de dolor e ira toman una distinta intensidad, se dirigen hacia uno mismo o hacia otros. Aparece un sentimiento de culpa que nos hace sentir más enojados y usamos frases como: “¿Por qué yo?”, “¿Por qué a mí?” “¡Esto no es justo!” y más. Desahogar toda esa frustración ayuda a encontrar cierta paz y aceptación. Realizar ejercicios de relajación, meditación o escribir los sentimientos ayuda a canalizar y calmar esas emociones abrumadoras.
La negociación:
Esto puede ocurrir previo a la pérdida. El doliente intenta hacer un trato con un ser superior para evitar la pérdida a su ser querido. Se ofrece algo a cambio de volver a esa vida anterior al momento doloroso. Volver el tiempo atrás es un deseo frecuente para evitar que el accidente o enfermedad sucediera.
La depresión:
Durante esta etapa, el doliente comprende la certeza de los hechos y se aísla con su dolor. Siente tristeza, miedo e incertidumbre por el futuro. Surgen frases como: “Extraño como era mi hijo(a)”, “¿Y ahora, qué va a pasar?” La depresión es una respuesta normal, y sus emociones son el preámbulo para sanar.
La aceptación:
Buscamos reconciliarnos con nosotros mismos, hacer las paces con la realidad, con la pérdida, buscando alternativas que nos permitan seguir viviendo; se llega a un acuerdo con este acontecimiento trágico gracias a la experiencia de la depresión. Esto no significa estar de acuerdo con la pérdida, sino aceptar que será parte de nuestra vida. Permite reflexionar sobre el sentido y lo que queremos de la vida a partir de ahora.
El tiempo como aliado en el proceso de curación
Conforme pasan los días, el protagonismo inicial de la pérdida va menguando; los recuerdos y el dolor se van alejando y se realiza una evaluación de las condiciones actuales reconociendo las nuevas fortalezas del individuo con discapacidad.
Se acepta que todos estamos expuestos a accidentes o enfermedades discapacitantes; que no suceden por ser bueno o malo, sino que es parte de la vida.
Dependiendo de las características personales y familiares, el proceso de duelo se vive de distinta manera.
El duelo ante la Discapacidad requiere de apoyo psicológico y acompañamiento.

En el Consultorio Psicológico PERLEE, utilizamos la Terapia Cognitiva- Conductual cuya finalidad es la de ser breve. 

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